Las lesiones osteocondrales, que afectan tanto al hueso como al cartílago, son las lesiones musculoesqueléticas más frecuentes en los caballos de carreras. Otras lesiones son las fracturas por estrés, las lesiones de tendones y ligamentos, y las fracturas que se producen como acontecimientos traumáticos aislados que no están relacionados con el entrenamiento atlético. Este artículo se centra exclusivamente en las lesiones musculoesqueléticas de mayor incidencia durante el entrenamiento y las carreras de caballos.
En los caballos de carreras y, de hecho, en todos los caballos, las delicadas estructuras de las articulaciones del carpo y del menudillo o nudo, a menudo comparadas con las rodillas y los tobillos humanos, soportan el peso del movimiento y la destreza atlética del caballo.
Fragmento Óseo y Fracturas
Entre los desafíos comunes a los que se enfrentan estas articulaciones están los pequeños fragmentos óseos o las fracturas, que frecuentemente se producen dentro de la propia articulación. Estas fracturas, aunque relativamente manejables, suelen ser patológicas, derivadas de una afección subyacente que debilita la estructura ósea y no de un traumatismo directo. Empiezan como pequeñas grietas bajo el cartílago debido a los rigores del entrenamiento y las carreras, y acaban rompiéndose, lo que provoca cambios notables en la paso y la movilidad del caballo.
Afortunadamente, los avances en la atención veterinaria, como las radiografías digitales y la cirugía artroscópica, permiten un diagnóstico preciso y planes de tratamiento a medida. Este ligero enfoque no sólo ayuda a evitar cirugías innecesarias, sino que también facilita la intervención temprana y la rehabilitación sin comprometer el potencial atlético del caballo.
LOS AVANCES EN LA ATENCIÓN VETERINARIA, INCLUIDAS LAS RADIOGRAFÍAS DIGITALES Y LA CIRUGÍA ARTROSCÓPICA, PERMITEN UN DIAGNÓSTICO PRECISO Y PLANES DE TRATAMIENTO PERSONALIZADOS
John Doe Tweet
Factores que afectan la probabilidad de que las fragmentaciones de astillas en el carpo se curen incluyen su ubicación, su tamaño y cuánto tiempo han estado allí. En la articulación del menudillo, el fragmento más común suele estar en un lugar específico llamado el borde dorsal proximal de la primera falange, y generalmente tiene una buena posibilidad de curarse según su tamaño y el avance de la enfermedad. Sin embargo, los fragmentos del hueso sesamoideo en la articulación del nudo pueden tener un resultado más incierto para regresar a las carreras. El tratamiento principal para los fragmentos óseos tanto en el carpo como en las articulaciones del nudo es la cirugía artroscópica, que ha mejorado enormemente nuestra capacidad para tratar estas lesiones, asegurando que la mayoría de los caballos se recuperen bien y regresen a las carreras.
Fracturas en lámina y condilar
Las fracturas en lámina son otra forma de lesión musculoesquelética en los caballos de carreras y se producen en los huesos cuboideos del carpo (más comúnmente el tercer hueso carpiano) y en los huesos tercer tarsiano y central del tarso (corvejón; miembro posterior). Al igual que otras fracturas, exigen una atención delicada y una intervención quirúrgica para una curación óptima. Técnicas como la fijación con tornillos de tracción (inserción de un tornillo a través del sitio de la fractura) pueden proporcionar estabilización y compresión de la lesión. Tanto la visualización artroscópica como las radiografías digitales intraoperatorias permiten la colocación más ventajosa de los tornillos, optimizando las posibilidades del caballo de una carrera atlética completa.
CON LOS CUIDADOS ADECUADOS, LA MAYORÍA DE LAS FRACTURAS NO DESPLAZADAS Y EL 60% DE LAS DESPLAZADAS PUEDEN RECUPERARSE Y VOLVER A LAS CARRERAS
John Doe Tweet
Las fracturas condilares, que se originan en el tercio inferior de los huesos de la caña de las extremidades anteriores y posteriores, presentan otra serie dedesafios. Este tipo de fracturas pueden ser desplazadas o no desplazadas, y en algunos casos puede haber una fragmento adicional. Aunque algunas fracturas no desplazadas pueden curarse por sí solas con reposo, el tratamiento estándar implica la fijación quirúrgica con tornillos y el control de la superficie articular con artroscopia. Con los cuidados adecuados, la mayoría de las fracturas no desplazadas y el 60% de las desplazadas pueden recuperarse y volver a competir.
Fracturas catastróficas
Sin embargo, en los casos de fracturas catastróficas en los que el daño es grave y compromete el bienestar del caballo, hay que tomar decisiones difíciles. Las fracturas catastróficas son roturas graves que necesitan cirugía avanzada para estabilizarlas. Pueden producirse en los huesos de la parte inferior del miembro en los huesos sesamoideos. Si el daño es demasiado extenso, la(s) fractura(s) es(son) abierta(s) (compuesta; donde la piel está rota) o si el riego sanguíneo está demasiado comprometido, la eutanasia humanitaria es la única opción para evitar el dolor y el sufrimiento a largo plazo.
Sin embargo, en medio de estos desafíos, hay esperanza. Los Médicos Veterinarios formados y equipados con herramientas y técnicas especializadas, como la férula de Kimsey, trabajan incansablemente para proporcionar atención y apoyo inmediatos in situ. Además, los avances continuos en implantes y métodos de reparación de fracturas siguen mejorando el tratamiento, ofreciendo un simbolo de progreso en el campo de la medicina equina y resultados cada vez más positivos para los caballos de carreras que sufren lesiones musculoesqueléticas.
Aquí encontrarás más preguntas frecuentes.
Fuentes:
McIlwraith CW, Kawcak CE, Frisbie DD, van Weeren R. Enfermedad articular en el caballo. 2ª ed. Elsevier, St Louis, MO, 2016, 408pp
McIlwraith CW, Nixon AJ, Wright IM: Artroscopia diagnóstica y quirúrgica en el caballo, 4.ª ed., Londres, 2014. Elsevier, Londres, 2014, 453pp.
IM Wright (ed) Fracturas en el caballo, Elsevier 2022: 511-545
AJ Nixon (ed) Reparación de fracturas 2ª edición, Nixon AJ (ed). Wiley Blackwell 2020:320-340